NACIENDO CON MARÍA ZAMBRANO

EL LLAMADOR DE LA CASA NATAL EN LA CALLE MENDRUGO La huella del llamador en la madera tiene su propio color. El color de un viaje de Vélez-Málaga a Ginebra , de una reparación. Sí, la madera nos permite sentir el tiempo, nos da licencia para envejecer y nos concede el regalo de una superficie imperfecta. Tocar el tiempo, sentir la mano de Araceli Alarcón y Blas Zambrano y de los que pasaban por allí y no se sentían obligados a preguntar: ¿estás disponible? . Un picaporte que falta, ¿de qué nos habla? . .El llamador no está en la madera . Representantes del Ayuntamiento de Vélez Málaga y Joaquín Lobato se lo llevaron a María en 1983. Fue una ofrenda, un presente, una necesaria reparación. Vélez llamó a la puerta de María en Ginebra. Ella les abrió vestida de amarillo, el color del limón, el color de la luz, de sus cuatro años. Ella los recibió con el Símbolo, con la Transcende...