OLGA RECIBE LA LUZ DE MARÍA ZAMBRANO
¿Hay Luz? ¡Hay luz!
Cuando, honrándola, dejamos entrar a María en nuestro Ser, nos entregamos al instante; su amistad acompaña nuestro amanecer. Dejamos de estar solas. Nos hacemos con su mirada:” Solo cuando la mirada se abre al par de lo visible se hace una aurora”. Así le sucedió a Olga Garzo la mañana siguiente de nuestra visita a Vélez. Copio en este blog el mensaje de whatsapp que nos envía mientras ella guarda el instante en su caverna propia:
Esta mañana tuve un
momento mágico. Andando por el pasillo me llamó la atención una luz que venía
de la calle, resplandeciente, amarilla, muy intensa; yo iba hacia la cocina,
pero me volví para entrar en la sala y acercarme a la terraza, intrigada por la
luz tan llamativa que me gritaba, llamándome. Y vi un amanecer diferente a los
que estoy acostumbrada; vi una franja de luz especialmente brillante, muy
destacada por el contraste de negrura de las nubes oscuras que cubrían el
cielo. Amanecía con forma de tormenta, pero esa luz que se prolongaba de este a
oeste, delimitada por las nubes y la línea del horizonte, también oscura, se
asemejaba a la rendija de una puerta, tras la cual, un cuarto iluminado se
abría lleno de posibilidades centelleantes que alumbraban una dirección. En ese
momento recordé algo que leí sobre María Zambrano, sobre la verdad de María,
sobre el mito de la caverna al revés, sobre que la verdad se encuentra fuera,
sobre la luz sin sol. Aquella era la entrada de mi caverna. Qué pena no poder
compartir los colores de esta mañana.... cómo perdemos el tiempo intentando
apresar el presente y no viviéndolo.... En cualquier caso, sí se intuye el
contraste entre la negrura y la luz.... entre la caverna y el exterior. Un
bonito presagio...
¡Hay luz! ¿hay luz? Al
final amaneció. Las nubes se disiparon, el sol ha brillado y no ha habido
tormenta.
Gracias Olga por este mensaje que me traslada a la palabra de María. Palabra que me auxilia en los días oscuros; esos días en los que mi caverna está tan inquieta que el único libro de autoayuda posible es la aurora:” Abrir los ojos a la luz sonriendo; bendecir la mañana, el alma, la vida recibida, la vida ¡qué hermosura! sonreír al universo, al día que avanza”.
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