PASEANDO CON MARÍA ZAMBRANO POR VÉLEZ MÁLAGA. 18-09-23

                          

                                        LA PLAZA DE LAS CARMELITAS

 

Un gato acompaña a María, a sus pies, estando sin estar estando. Sin pedir nada, estando. 

       No somos más altas que María. Tampoco más bajas. ¿La escultura está a tamaño real de la pensadora? A tamaño preciso para poder abrazarla. Aquí María es una sentidora. Escuchamos el ronroneo del gato, se enreda en nuestros pies, Nos mira y nos dice que no le somos extrañas, que recuerda cómo lo acariciamos el día que tuvo que irse de Roma.  Éramos entonces niñas de dos años. No vivíamos en Roma, pero no importa, pudimos acariciarlo. Es por eso que ahora podemos sentirlo, porque sin saberlo empezábamos nuestra amistad con María. Sin saber sabiendo. Elsa Morante se quedaba en Roma, sin María, sin Araceli. Con sus gatos. sin sus amigas-hermanas.

      Sí, la escultura de Francisco Martín está hecha a tamaño real de la pensadora sentidora. María no está sola. Nunca estuvo sola. Siempre con su gato, gozosa de estar aquí mirando la aurora. A  unos metros del Convento, donde también a tamaño real resuenan las palabras de Santa Teresa:  "Esto no entiendo cómo es, y no entenderlo me hace gran regalo, porque verdaderamente, hijas, no ha de mirar el alma tanto..."  Prosa sobre Los Cantares que acompañó a María en los inviernos de Ginebra.

              En su solapa un broche, ¿el mismo broche de su madre Araceli?

 Como Teresa de Ávila, una mujer en movimiento, seguidoras de Heráclito en     pliegues interiores, en otros ríos.

Alguien sale del Ayuntamiento, no es mi tío Antonio ni su mujer Araceli. Ellos también tuvieron un gato. Nunca vivieron en Ginebra. Guardaban la portería de esta gran casa, antes de que fuese ayuntamiento. Cuando no eran vistos por el señorito iban al teatro del Carmen. Vivieron siempre en el mismo río. Sin saberlo conocieron a Parménides. Ambos padecieron asma, fueron enterrados en el cementerio de Vélez el mismo año que María Zambrano se fue de Roma.

Ahora no somos niñas de dos años .Tenemos la edad de María cuando se estableció en el bosque de La Piéce con nueve gatos. ¿Alguna de nosotras permanece en el mismo río?

                                             

                                

¿Hemos conocido algún exilio? ¿Fuimos extrañas alguna vez para nosotras mismas? ¿Qué nos dijo el gato ? "Habítate a ti misma, así tendrás un álamo negro"